viernes, 25 de diciembre de 2015

Deseos

Somos seres vulnerables, seres que exponemos piel, mente, intimidad, seres que exponemos la vida en determinadas circunstancias de la vida. Somos acción y reacción, causa y efecto, somos ley de atracción.

Cada fin de año aspiramos hacer todo lo que no hemos logrado en los últimos 11 meses, nos proponemos cantidades de metas que a mediados del año nuevo no recordamos. Enfocamos esperanzas en frivolidades, porque pocos aspiramos crecer intelectualmente, la mayoría de las personas solo quieren crecer físicamente.

Pedimos la paz mundial pero en el primer inconveniente saltamos con la violencia, nos quejamos de lo insípida que nos resulta a veces la vida, nos quejamos de las crisis en el mundo pero somos incapaces de crear soluciones, los seres humanos solo aportan las energías positivas en pedir y no en aportar, porque valoramos lo superficial.

Es irónico pensar en tener 12 deseos para el próximo año pero a la  vez es bueno proponernos metas para demostrarnos lo que podemos hacer por nosotros mismos. Me enorgullece haber crecido intelectualmente este año, crecer como persona es lo más lindo que nos puede ocurrir, y lo hice, creo que este año cumplí mis cinco deseos del año pasado -sí, cinco, siempre se me acaba el tiempo pensando en cosas reales para cumplir, pensando y pensando, se acaba el año y comienza el nuevo-, pero ya veremos que ocurrirá en el 2016, pero lo que estoy seguro es que siendo optimista apostaré a que sera mejor de lo que éste ya fue. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

Cansancio



La sociedad tiene por costumbre recalcar y hacer enfasis en eso que te hace diferente a otros. Toma por insulto recalcar lo que te hace diferente a ellos, bien sea tu peso, tu altura, tu inteligencia, tu sexualidad, tu modo de vestir, tu condición económica, tus defectos, tu familia, tu vivienda, tu país, tu vida, tus amigos. 

Las personas creen tener poder sobre ti, sobre lo que crees, lo que haces, lo que piensas, porque tienen el delirio de perfección en su mente, creen ser más que tu por tener algo que careces, creen que eso te afecta -ya sabes, el no tener lo que ellos si-, creen que les envidias o que necesitas ser como ellos, te subestiman todo el tiempo.

Tengo tanto tiempo subestimandome, odiandome a mi mismo, haciendome mucho daño, por no sentirme feliz conmigo mismo, por no aceptarme, por no quererme, que no pretendo permitir que alguien más quiera hacerme caer, quiera verme en el suelo una vez más, no pretendo que otra vez vuelvan las burlas o que recalquen todo eso que me hace imperfecto.

Estoy cansado de huir, cansado de callar, cansado de luchar algo sin fundamento, cansado de esperar a alguien que pueda cambiar eso que no se como cambiar yo, estoy cansado de no tener a quien acudir en momentos como estos, estoy cansado.

Me odie por no ser el ideal de belleza que quería, por no tener el cabello liso, los ojos claros, por tener una piel sensible, por tener granos, por ser tan alto, por no tener una nariz bonita, por sentirme como una morsa, me odie por bajar de peso de forma insana y aún así sentime como una bola de grasa, no es divertido estar enfermo, verte al espejo y darte asco, sentirte como un marciano y peor aún sentir como te haces daño y no poder parar, porque te vuelves adicto, la anorexia es un circulo vicioso, una vez que empiezas y pierdes el control, no puedes parar y salir de esa oscuridad; nunca quise ver que tal vez esos aspectos de mí -por no llamarlos defectos- que odiaba eran los que me hacían totalmente único, pero sí ni siquiera es fácil escribirlo y hacerlo público imagínense pedir ayuda y lo que es aún peor dejarse ayudar. Yo valía más que eso, una parte dentro de mí lo sabía, pero lo que no sabía era como salir de mi enfermedad, recuerdo estar de mal humor por el hambre, estar cansado, muy irritable, recuerdo mentir cuando decía que todo iba bien, recuerdo cuando mi papá me preguntó si vomitaba, recuerdo haberle dicho que no y aunque era totalmente cierto, nunca tuve valor para decirle "Papá, necesito ayuda, me estoy consumiendo poco a poco", tal vez porque él no lo entendería o tal vez por que pensé que lo tenía bajo control, recuerdo los constantes mareos, eran horrible, eso y los dolores de cabeza, eran lo peor de todo esto, claro siempre y cuando no quisiera verme en el espejo, ahí comenzaba la pesadilla.

Esa es mi historia, el lado oscuro de mí, cierta parte de mi pasado y mi presente, decido compartirla porque sé que muchos niños, jovenes y  aldutos pasamos o pueden pasar por ello en cualquier momento de sus vidas, no es fácil pero no por ello es imposible, sé que aún tengo secuelas del trance, pero aún estando o sientiendome solo en este asunto personal, lo voy superando, voy trabajando en ello, no quiero huir del problema, le estoy enfrentando, por un bien común, tengo fe en que nada de lo escrito hoy quedará en vano. Siempre ten en cuenta que no eres la única persona que sufre de trastornos alimenticios, esta enfermedad ataca a cualquier persona sin importar su estatura, raza, clase económica, sexo, orientación sexual, identidad sexual, credo, origen, vicios, entre otros.

¡DILE NO A LA ANOREXIA!, ¡PIDE AYUDA!, Y SIEMPRE RECUERDA QUE ¡¡¡ERES TOTALMENTE ESPECIAL Y PERFECTO TAL CUAL ERES Y ESO NADIE LO CAMBIARÁ!!!.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Nada




Totalmente loco estuve, con diesiseis años y tan enamorado, contaba los segundos para estar contigo, no tuve dominio de mis emociones, no controlaba sonrisas o tristezas, llegaste tú a hacerme feliz, a enseñarme a amar con todo lo que había en mi ser. Me enamoré de ti.

Y fui feliz por ti y gracias a ti, pero como todo en la vida la promesa de un para siempre fue un destello de luz, que como se encendió, se apagó, y sufrí mucho porque amarte y no tenerte dolía, jamás te mentí sobre ello y lo nuestro murió, sentí que te daba igual porque nunca dijiste nada, y quede en el vacío con tus "te amo" momentáneos. Me quebraste rotundamente el corazón con razones vagas, pero avancé con la cabeza al frente, sin querer verte más.


Me quedé sin nada, tratando de resolver el misterio, las dudas, el vacío, la oscuridad, envenenándome de negatividad y de extrañarte, yo terminé lo que empezaste, destruirme más... Sin embargo heme aquí, lo superé, y seguí mi vida, admitiendo hoy en día que la experiencia fue de extremo a extremo, tal vez sí en aquel momento hubiese tenido la madurez de hoy habría manejado mejor las cosas, pero ¿sabes? Algunas veces me siento maldecido pues a través de ello perdí la seguridad en mí y sigo en un agujero negro, y sí, trabajo en ello.


No te escribo directamente a ti, sino todo lo que pude haberte dicho en el pasado, es gracioso se qué nunca leerás esto, porque no cambiaría nada, muchos días esperé una disculpa, pero ya no hace falta, igual ya te he disculpado, pues ya sané. Y aunque se te haya olvidado quererme, yo sigo viviendo y tu también, por suerte todo terminó antes de consumirme en la pérdida de eso en mi que te llevaste...



Pero igual me quedé sin nada. Y hoy en día me perturba haberme perdido a mi por ti.